jueves, 21 de julio de 2011

¿Qué ha pasado con Lorraine Bracco?


Sé que puede sonar muy superficial este comentario pero hay qué ver cómo me desilusiona que pasen los años para actrices que otrora fueron por ley auténticos mitos eróticos y más si estos años pasan para mal (como suele ocurrir en la mayoría de los casos). Lo que ha ocurrido con Lorraine Bracco es lo que pasa con la mayoría de los seres humanos cuando llegamos a una etapa de nuestras vidas en que tenemos más que asumida nuestra madurez y dejamos de darle tanta a importancia a nuestro aspecto superficial entregándonos sin complejos a los pequeños placeres de la vida (y, como se puede comprobar, la Bracco no ha escatimado en el de la bollería; y no hablo en una dimensión lésbica).

Lorraine Bracco (actriz de culto de finales de siglo)

A Lorraine Bracco muchos la descubrimos en la impagable "Uno de los nuestros" de Martin Scorsese, donde interpretaba a la preciosa mujer judía de Ray Liotta, aunque ya había aparecido unos años antes junto a Tom Berenger en la muy estimable "La sombra del testigo" de Ridley Scott, donde la Bracco realizó una de la mejores composiciones de su carrera. Después aparecería en títulos tan míticos como "La fuerza de la ilusión", "Los últimos días del Edén" o "Diario de un rebelde", consolidándose a parte de como una de las mejores actrices del Hollywood de entonces también como uno de los rostros más bellos y carismáticos del cine de los 90's. Después fue recuperada para "Los Soprano", donde seguía teniendo su aquel pero a mí personalmente ya no me sugería tanto como antes a pesar de que la mayoría de la gente coincida en lo sexy que era su personaje. Ya en "Los Soprano" aparecía bastante más jamona en comparación a lo menuda que era cuando alcanzó la fama pero seguía resultando atractiva con esas piernas y ese par de tetazas (aunque en mi opinión el brillo de su rostro se había apagado). Desde la última temporada de "Los Soprano" no había sabido nada de ella pero el otro día me dio por buscar información sobre la mítica actriz y me encontré con fotos de ella en la actualidad y no pude más que quedarme petrificado ante las dimensiones (de talla grande) que ha adquirido el aspecto físico de la actriz.

Hay que decir a su favor que, por lo menos, dentro de lo que cabe su aspecto es más natural y saludable (aunque meterse algunas horas de gym y seguir una dieta no le vendrían mal para su salud) que el de muchas otras estrellas coetáneas suyas pero, más allá de esos kilos de más (al fin y al cabo este problema se puede corregir), el problema es que ha perdido esa candidez y estrella con la que nos cautivó adquiriendo un aspecto avejentado desde hace tiempo y que me hace caer una vez más en lo desgraciadamente efímero y fugaz que es todo, más aún cuando eres una star y tienes que vivir de tu imagen. Pero bueno, no nos pongamos dramáticos, al fin y al cabo de lo que podemos estar seguros es de que de hambre no se va ha morir la pobre.

lunes, 18 de julio de 2011

"Furia ciega": Un jodido delirio

He de reconocer que "Furia ciega" (no tiene nada que ver con la peli de Rutger Hauer excepto que el título en español es el mismo) me ha sorprendido. No me ha resultado una sorpresa por tratarse de un film de calidad ya que es un bodrio, ni creo que se le pueda considerar un futuro título de culto a no ser que seas excesivamente friki, pero lo que sí que es la película (protagonizada por el cada vez más desgraciado Nicolas Cage) es entretenida y delirante de cojones.

Su argumento, ya delirante de por sí (un hombre que vuelve del infierno para salvar a su nieta de un sacrificio satánico y de paso vengar la muerte de su hija), es la excusa perfecta para el espectáculo grandguiñolesco del que somos testigos durante todo su metraje, destacando sobre todo esa escena (por la que merece la pena su visionado) en la que vemos a Cage con la ropa y las gafas de sol puestas follando con una guarrilla a la vez que bebe una botella de Jack Daniels y se fuma un puro mientras se enzarza en un tiroteo con una multitud que clama por su pellejo (Y todo sin sacar la picha de dentro!).

Amber Heard (¿otra aspirante a Megan Fox?)

El film no da para mucho más que para la diversión sin pretensiones y la exhibición de escenas cachondas y pasadas de rosca protagonizadas por un Cage en plena decadencia. Para alegrarnos la vista junto al denostado y avejentado Cage tenemos a Amber Heard interpretando a una zorrupia de la América profunda que se une al personaje de Cage en su aventura aunque se echa de menos que enseñe las tetas y de más está que se forje una relación paterno-filial entre ella y Cage o que se erija como súpermujer que parte la pana (Ay... qué ha sido del sano machismo de este tipo de productos... ). También es una agradable sorpresa encontrarse en un papel secundario con ese actorazo que es David Morse (aunque su presencia es poco menos que anecdótica) pero los que más destacan son Billy Burke como malvado líder satánico que porta como bastón el fémur de la hija de Cage y, sobre todo, William Fichtner que borda su papel de cazarecompensas infernal y emisario de Satanás siendo el personaje más elegante y molón de la peli.

Un film palurdo como él solo que se llevó a cabo para el mercado en 3D y que intentaba seguir los pasos de Robert Rodríguez con su mierda maestra "Machete".

domingo, 10 de julio de 2011

miércoles, 6 de julio de 2011

Sly cumple 65 tacos!


Y lo hace en plena forma. Ya nos hizo gozar como a cerdos el verano pasado con "The Expendables", y ahora ha iniciado el rodaje de lo que será el regreso del mítico Walter Hill al cine con el genial título de "Bullet in the head". Aparte se le ha podido ver más delgado y con un aspecto más saludable que el que lucía en su última película como podéis comprobar en la foto que adjunto abajo. Sin duda son días felices en lo personal y profesional para Sylvester. Bien por él!

lunes, 4 de julio de 2011

"Spawn": Bodrio delirante y noventero


La gente comenta de los 80's que fue la época de los excesos: en moda, en arte, en música, en cine... a veces parece que aquella esplendorosa década sea la única en la que al ser humano le dio por excederse con su concepción del mundo. Evidentemente los 80's marcaron un antes y un después en este aspecto y a día de hoy estamos volviendo a vivir una etapa de explotación de las tendencias ochenteras. La mayoría de las veces en el cine nos encontramos con casos del típico director mastuerzo que va de original haciendo un bodrio que da la impresión de ser muy artie y divertido solo por el hecho de inspirarse en filmes cutres y delirantes de los 80's (vamos que al tío le podrán llamar genio pero de originalidad: cero). Cada década del siglo XX ha tenido su personalidad y su momento, y todos sabemos diferenciar bien cuál es la faceta delirante de cada una de ellas pero muchas veces (tal vez eclipsada por el brillo cegador de los 80's) parece obviarse esta faceta en los 90's (década más recordada por modernidades snobistas y la penosa generación X).

Sin duda "Spawn" es un claro ejemplo en cuanto a lo que a delirio cinematográfico de los 90's se refiere. Y es que las bases del cine de acción ya fueron asentadas muchas décadas atrás y vivieron una transformación decisiva en los 80's gracias a las pelis de Schwarzenegger, Stallone y, sobre todo, la obra maestra "La jungla de cristal" (de hecho la mayoría de filmes de acción célebres de los 90's son un plagio de esta película), pero en los 90's todavía se podían introducir nuevos elementos que dotasen al género de una personalidad moderna en vísperas del nuevo siglo. En fin, dejando a un lado el contexto histórico y entrando en la película, hay que decir que "Spawn" es un mierdón de película tecnotrónica muy hija de su tiempo que en su día por estas cualidades se convirtió en un discreto bombazo (también en parte por estar basado en un popular cómic y por su banda sonora en la que se mezclaba el techno de la época con populares bandas de heavy metal: Metallica, Marilyn Manson... ) deudor de otro delirio noventero como lo fue "El Cuervo" (otra adaptación de un cómic que se convirtió en obra de culto más que nada porque Brandon Lee murió de un disparo rodando una escena del film), de hecho la agobiante estética nocturno-futurista de Alex Proyas (director de "El Cuervo" y que en un principio iba a dirigir "Spawn" (también se pensó en Tim Burton)) está calcada en esta peli.

Pero donde la película en su día jugó sus cartas y no se escatimó en írseles de las manos hasta lograr el máximo delirio fue en sus efectos especiales y visuales, los cuales en su día se vieron recompensados por los friquis de Sitges que la dieron el premio a "Mejores efectos especiales". El argumento de la película ("Un hombre que tras ser eliminado vuelve del infierno convertido en un súperhéroe-antihéroe para vengarse de los que un día se la jugaron.") daba para hacer mucho en el aspecto de lo FX. Tal vez en su día resultaron impactantes (aunque yo no recuerdo que me impactaran mucho, de hecho ya estábamos curtidos por maravillas como "Parque jurásico" y "Terminator 2") pero a día de hoy se han quedado totalmente desfasados, quedando como un mero recuerdo de lo cutre y delirante que llegaba a ser la puesta en escena de este tipo de productos tan arraigados a su generación.

Los imposibles malos del film

En cuanto al marco interpretativo la cosa tampoco va bien encaminada: tenemos a un tal Michael Jai White, negrazo cachas con menos carisma que su puta madre (no es literal, seguro que su madre se desenvolvería mucho mejor) y al que un papel protagonista en una superproducción se le venía demasiado grande (por suerte se pasa la mayor parte de la película con el maquillaje y atuendo de Spawn para suplir esta falta de presencia), y rivalizando con él a Martin Sheen en hora bajas (pero seguro que pasando un buen rato con el papel y en el rodaje) y con perilla haciendo de malvado jefe de la CIA en el colmo de la enajenación (un malo que trata con personalidades del infierno para dominar el mundo!) y, quien sin duda destacó sobre el resto del reparto, un irreconocible John Leguizamo haciendo de un orondo payaso demoniaco que se pasa toda la película tirándose pedos, diciendo gilipolleces, trasvistiéndose y dando por culo de manera incesante (de los pocos casos que se han dado en el cine en los que el bufón de la peli también es el malo más peligroso). Sin duda, el de Leguizamo, en su día fue el personaje que a la gente se le quedó de la película pues además de rozar las más altas cotas del rídiculo contaba con un maquillaje y caracterización bastante currados y característicos (sin duda (la labor de maquillaje) de lo mejor de la producción) además de su sorprendente transformación en Violator (vaya nombrecito), un monstruo infernal que a día de hoy se ve bastante descafeinado aunque sin duda estaba más logrado que los pasajes del infierno y la criatura que aparece dando órdenes en él.

John Leguizamo en el momento más delirante de su carrera

Posiblemente uno de los bodrios más gordos de finales de la década de los 90's (aún estaba por llegar, en 2001, la abominable "Faust: La venganza está en la sangre" que bebía mucho de este tipo de películas) que al menos sirve como ejemplo representativo de lo que fue el delirio y la ida de olla de aquella época.

viernes, 1 de julio de 2011

Prizzi's Honor


Nunca me cansaré de reivindicar este pedazo de peliculón, posiblemente la mejor peli de gangsters de los 80's junto con "Érase una vez en América". En la dirección tenemos nada menos que a todo un John Huston y protagonizando la película a un enorme Jack Nicholson en uno de los papeles (Charley Partanna) con más matices y menos histriónicos de su carrera. Pero ante todo ahí están esas dos pedazo de actrices: Kathleen Turner y una soberbia Anjelica Huston (hija del clásico director de la cinta que además se llevó el Oscar por su papel aparte del corazón de Nicholson) dando una lección de talento, solvencia y elegancia (las Angelinas Jolies y Megans Fox del mundo deberían estar comiéndolas el coño por el hecho de que las permitan respirar el mismo aire que respiran). Ya solo por ellas dos (sobre todo por la Huston) merece la pena darle una oportunidad a este clásico olvidado al que muchos recuerdan como una comedia romántica cuando en realidad se trata de un película de gangsters en toda regla y que como tal gira en torno al honor introduciéndole el elemento del romanticismo a su trama con un tono negro y ácido muy lejos de cualquier comedia al uso.

Anjelica Huston y Kathleen Turner (clase y presencia ante la fiebre ochentera)